domingo, 19 de mayo de 2019

17 hechos sobre Puerto Pobre





17 hechos sobre Puerto Pobre

Hay unos hechos en Puerto Rico que no podemos olvidar en el baúl de la cortísima memoria colectiva de la humanidad. Porque como zombies sin conciencia olvidamos que la historia se repite. Por eso no entiendo porqué carajo vivimos en una pichaera constante y seguimos jodiendo el País.

Así que repasemos estos hechos de algunos descaros boricuas, y evaluemos los cojones que tienen los que mandan en Puerto Pobre. Que, por supuesto, no somos nosotros, ni tú que me lees ni yo que escribo estas letras indignada hasta la “zereta”. Y si encuentras este escrito largo y te da vagancia leer, pues este texto no es para ti. Es para los que quieren educarse y conocer algunos datos sobre el arroz con pollo que hay en nuestro País. 

Hechos:
1-     El desmantelamiento de la universidad del pueblo la está llevando a una posible privatización y los créditos suben como agua hirviendo en las espaldas de los estudiantes que ya no aguantan más golpes en sus bolsillos rotos de tantos pagos exorbitantes por recibir una educación digna y pública. 
2-      Mientras los políticos, DE TODOS LOS PARTIDOS, se suben los sueldos descaradamente en nuestras caras, se busca bajar las pensiones de quienes le dedicaron su puta vida entera al servicio público y ahora vivirán con migajas. 
3-     Ahora pagaremos más por un servicio de energía eléctrica que no sirve y se tumba cuando alguien sopla unas velas de cumpleaños. Y encima consideran ponerle un fucking impuesto al sol, ¡AL SOL! Puñeta, ¡al sol! La verdad es que hay que tener cojones para cobrar por recibir energía natural a la que todos tenemos derecho.
4-     Quien dirige la Junta de Control Fiscal que vino con la PROMESA de enderezar el descojón que tenemos cobra $625,000 al año. Y tú y yo, que comimos libros y estudiamos hasta quemarnos las pestañas vivimos con menos de $20,000 al año, sin seguridad de empleo ni beneficios y para colmo tenemos que mendigar cheque a cheque para cuadrar el budget del mes. Y ni hablar de los miles de puertorriqueños que tienen que bregar con $7.25 la hora.
5-     Los maestros, policías y los bomberos están dentro de las profesiones peores pagadas del país. O sea, quienes moldean las mentes de nuestro futuro y salvaguardan a los ciudadanos y mitigan catástrofes naturales imploran por pesetas extras y abogan desesperadamente por aumentos, a los que by the way, tienen todo el derecho. 
6-     Se despilfarra el dinero con un descaro cabrón dándole contratos a amigos y familiares de los políticos y tienen los cojones de explicar con caras serias que era necesario gastar $500 por cada pendejo dron naranja de tránsito ya que estábamos en una emergencia. Ay que ser bien caripelao’. Una emergencia, para mí, son los miles de puertorriqueños que todavía viven bajo toldos azules. Pero qué voy a saber yo, ¿verdad? ¿Qué pueñeta importa lo que nosotros consideramos lo que es una emergencia? Porque el pueblo no tiene derecho a opinar, ¿right?  
7-      Tenemos una deuda de 73 mil millones de dólares en las costillas, que para colmo es inconstitucional, pero como los políticos que tienen el poder de auditarla son bonistas, sería un acto atroz meter nuestras narices donde sí tenemos derecho de hacerlo.
8-     Hay legisladores que trabajan arduamente para traer prácticas medievales de lapidación y latigazos (o sus equivalentes modernos) con terapias de conversión para personas con preferencias sexuales diferentes a las incluidas en la Biblia. 
9-     Se evalúa legislar sobre los úteros para que las mujeres no puedan abortar, aunque hayan sido violadas. Esta cojonuda ley ya se ha aplicado en varios Estados imponiendo penas de hasta 99 años de cárcel a las mujeres que busquen interrumpir su embarazo por la razón que sea, así sea para salvar su vida o porque simplemente no quieren ser madres y por circunstancias que no le importan a nadie, quieren abortar. 
10-  Los feminicidios están rampantes, y hasta un chamaco de 19 años le importa un carajo pegarle fuego a su novia de 14 años por mierdas de adolescentes. Claro, pero es más importante legislar por la libertad religiosa que por la vida de las mujeres que mueren a manos de sus compañeros, de quienes juraron amarlas y protegerlas toda la vida. 
11-   Los crímenes de cuello blanco y la corrupción impune se quedan a puerta cerrada. Se resuelven estos casos de robos indignantes en el gobierno con una palmadita en la mano y un “pam pam” como si fueran niños que se roban los dulces a escondidas de sus madres.  
12-   Se mantiene a una mujer tatuada de dignidad encarcelada por romper cristales, tal cual se dejaban las cabezas en lanzas en la época medieval para amedrentar al pueblo a que no se revele o nos darán guillotina y soga. 
13- Nuestras playas y recursos naturales tienen etiqueta de venta a precios de gangas. Le abrimos los brazos a proyectos de infraestructura turística de compañías gringas que vienen a quedarse con el canto y nos van desplazando despacito, suave suavecito. 
14-  Le vendieron cuerdas y cuerdas de tierras a Monsanto y nos obligan a comprar alimentos contaminados de pesticidas, alterados con químicos y dañinos para la salud. 
15-  Eximen a las grandes compañías y a las iglesias de impuestos que nosotros los pelao’s sí tenemos que pagar. Pero Walmart, que vende millones y millones de dólares no paga nada, cero, zip, nadita. Y como manadas de vacas hacemos filas para comprar en sus asquerosas tiendas con etiquetas rojas y amarillas porque es para lo que nos da el sueldo. Y digo esto con todo el respeto a los empleados puertorriqueños que se tienen que enganchar el chaleco azul por necesidad.
16- Meten las cifras de los suicidios debajo de la alfombra para que no vaya a salir a relucir que mucha gente acaba con su vida porque no aguanta más tantos cantazos. 
17-  Cerraron escuelas que le han vendido posteriormente a las iglesias y a sus amigos por $1 para proyectos “comunitarios” y “favorables para el pueblo” pero realmente las tiran al abandono, pintan sus murales históricos y se convierten en gigantes dormidos. 

¿Sigo? Porque tengo par de cosas más que mencionar, la lista no se acaba. Pero lo dejo aquí porque es asfixiante tantas verdades indignantes, tantos hechos. Pero nos hacemos de la vista larga, nos entretenemos con trivialidades del día a día. Y así mismo es que nos quieren, dormidos, pasivos, de rodillas. 

Nos da miedo la insurrección porque imagínate, ¿y si nos quitan los McDonald’s y los Olive Graden si molestamos a los americanos? No, no, dejémoslos tranquilitos, no encabronemos a los políticos que nos van a seguir apretando la bota opresora sobre nuestras cabezas. Me dan en una mejilla y yo pongo la otra porque no hay otra solución, ¿no? ¿Esa es la que hay? 

Sí, eso es lo que piensa el pueblo, la masa. Si ninguno de estos hechos te indigna, mira, yo engancho los guantes porque ya no puedo bregar más. Yo lo que estoy es encabroná. Yo veo las redes, las noticias y es que me hierve la sangre, me sube la presión e infarto todos los días con tanto descaro. Y todo esto, en nuestras caras, ante nuestros ojos. Pero seguimos con las gríngolas y los labios cosidos con el hilo de la ignorancia y agujas de indiferencias. 


Boricua, ¿qué dices? ¿Le metemos mano a este despingue o lo dejamos algaro y que resuelvan los que puedan? A lo wipipio, a lo loco, así estamos. Y a Dios que reparte suerte… Y dirán, pero ¿qué coño puedo hacer yo? Pues puedes empezar por correr la voz entre tu gente de estos hechos e injusticias. Mucha gente no sabe o no quiere saber. Difunde las verdades, y si no quieres participar en las manifestaciones, no pasa nada, pero no critiques al que se tiene que encapuchar para que no lo fichen y le levanten un caso o le embarren la cara de gas pimienta. Entiende que todos tenemos maneras distintas de luchar, unas más radicales, otras pasivas, pero no menos importante. 

Yo... escribo, hablo, educo, asumo la responsabilidad de que la gente se entere de estas cosas. Y siempre que puedo me doy la vuelta en las calles con mi bandera en el pecho. Tú, haz lo que puedas por tu pedazo de terruño, pero no lo entregues, no te rindas. 


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