Es natural atascarnos en noticias como la de la prohibición de las peleas de gallo. Pero como siempre, nos quedamos mirándonos el ombligo y obsesionándonos con el micromundo de nuestra Patria Boriken. Pero al final, los gallos y todo lo demás que sí indigna al ciudadano de a pie recae en lo que nadie quiere hablar: somos un pueblo colonizado. Y mientras eso siga así el yugo opresor puede decidir quién le echa las espuelas a quién.
No soy experta en temas de economía y mucho menos de derecho internacional pero recientemente tuve la oportunidad de presenciar el panel “Deudocracia y nuevo colonialismo” organizado por el Frente Ciudadano para la Auditoría de la Deuda y quedé indignada. Yo misma ignoraba muchos datos y verdades sobre nuestra situación actual, específicamente de la deuda. Y así, espantada, decidí escribir estas letras en un ejercicio de reflexión y de alarma. Para sacudir el palo y que caigan los aguacates.
Escuchamos deuda, deuda, deuda. Deuda ilegal, deuda ilegítima, deuda odiosa, deuda inconstitucional. Pero verdaderamente no sabemos de qué coño nos están hablando, y contrario al buen entendedor, las pocas palabras no bastan. Necesitamos información. Información que la podamos entender, en palabras del pueblo, de los jíbaros, de los jaiba.
Primero. ¿Por qué la deuda es ilegal o ilegítima? O sea, que no nos pertenece y que por tanto no debemos pagarla como pueblo. Porque cuando los chavos se tomaron prestados se usaron para reprimir al pueblo, socavar los intereses y necesidades de la gente y para pagar por proyectos de construcción e infraestructura que nunca se completaron o atentaron contra el bienestar del pueblo. Eso significa que se cogieron los billetes para hacer compra en el supermercado y los gastaron jugando picas en las fiestas patronales. NO usaron el dinero para beneficio del pueblo, al contrario, nos dieron hasta en la madre y no vimos ni un centavo. Entonces, ¿por qué carajo la tenemos que pagar? Que la paguen los que verdaderamente usaron el dinero.
Para ponérselos en contexto, el mejor ejemplo es el famoso y práctico “gasoducto”. Se tomaron prestados casi 400 millones de dólares para ese proyecto. ¿Tú lo viste? No, porque nunca se hizo. Y los millones de dólares… no aparecen. En qué se usaron… en las picas de las fiestas. En baile, botella y baraja.
Tenemos 73 mil millones de dólares de deudas en las costillas.
Detengámonos ahí: S.E.T.E.N.T.A.Y.T.R.E.S.M.I.L.M.I.L.L.O.E.S.
Eso no son chavitos prietos mi gente, eso es grandes ligas. Eso es un billetal para un chispazo de tierra en el medio del mar, rodeada de agua, agua de mar, como bien nos describió la zanahoria el año pasado.
Entonces, cool, 73 mil millones. ¿Cuántas veces haz caído en un boquete esta semana? ¿Estás satisfecho con la educación que reciben tus hijos? ¿Cuánto ha sido tu deducible en medicinas este año? ¿Cuánto pagaste de IVU en tu última compra? ¿Haz tratado de caminar por una acera últimamente? ¿Cuántos postes de luz funcionan en tu calle? ¿De cuánto te llegó el bill del agua y tan siquiera tienes lavadora?
Vuelvo y pregunto, ¿es justo que de tú wallet marca Marshalls salgan peso a peso esos 73 mil millones de dólares? ¿Por qué no salen de la billetera Salvatore Ferragamo de los ricos que sí los usaron? Y ¿en qué puñeta los usaron?
Claro, pero al carajo los que los usaron y no dieron cuenta. Ahora tenemos la Junta de dioses del Olimpo listos para medidas severas de austeridad, para darnos pam pam si gastamos un chavito de más o menos en servicios básicos, educación, salud y sueldos a servidores públicos que apagan fuegos y salvaguardan la vida.
Y para la cherry encima del “guipcrim”, tenemos un gobernador sin batuta que se indigna por los gallos y no por 24 mujeres muertas a manos de sus parejas. Tenemos 82 policías acusados de violencia de género, tenemos casas sin techo todavía, IVU hasta para cuando compres los panties en Wish, un sistema energético que se descojona cuando soplan velas en un cumpleaños… y el sentido común ¿pa’ cuándo?
People, guárdense las banderas, las pavas y las palmas. Esto no es cuestión de partidos ni de dimes y diretes. Esto ya es un problema de dignidad y derechos humanos. Es una cosa de sentido común. La recesión es REAL, ¿tú no la sientes cuando el cheque se te va en tres días?
Pero siempre que tengamos la posibilidad de coger un avión, el miedo se queda silente. Porque pensamos, “pues, si la cosa se pone mala me voy pa'l carajo”. Pero este problemón que tenemos no es solamente para los que se quedan, sino también para la diáspora. El que se vayan no significa que los problemas de la Patria se van a resolver, ni los tuyos tampoco.
Hablamos del periodo especial de Cuba, de la pobreza en Venezuela, del peligro del socialismo y el cuco de los comunistas. ¿Tu miraste pa’l lao’? Este ES nuestro periodo especial, y después de María, eso es innegable.
¡entiéndalo de una vez!) y que se lleven los Mc Donalds. Pero estando aquí se llevan el dinero por cantidades astronómicas “eniguays”. Nosotros somos su cochinito dorado, ¿no lo ven?
Mira… yo no sé qué más decir. Verdaderamente no tengo ni la más mínima idea de qué coño hace falta para que la gente se ponga los fucking chalecos amarillos y salgan a pedir justicia. Quizás eso es una utopía, un frenesí, un sueño… porque es que “la vida es un sueño y los sueños, sueños son”.
#auditoriaya #laduedaesilegal #indígnate #únetealaresitencia #infórmate #noalaignorancia
Link para ver el panel completo de “Deudocracia y nuevo colonialismo”.
Está bien bueno... https://youtu.be/RKkGcgDh5cY
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